Aprovechando los días tan primaverales en un invierno especialmente seco hemos realizado nuestra recolecta de aceituna de forma tradicional, reuniéndonos en familia y conviviendo con los majestuosos olivos, algunos de ellos centenarios.
Y no solo recogemos olivas, también nos detenemos a conocer y observar la gran biodiversidad que rodea nuestros viejos olivos haciendo la jornada productiva y educativa.
La recogida de aceitunas para hacer aceite de oliva se realiza normalmente entre los meses de octubre y febrero, en función de la variedad, climatología, maduración, calidad del zumo, etc. En cualquier caso, en otoño comienza el tiempo de la aceituna, que es la época del año en la que el fruto se encuentra en el estado óptimo para extraer su zumo.
Antiguamente las aceitunas se recogían una a una a mano del suelo, no existían las limpiadoras y las aceitunas debían llegar al molino sin piedras. Con esta forma de recogida y el escaso valor que se le daba al aceite de oliva, las aceitunas empezaban a recogerse cuando gran parte ya estaba en el suelo, habitualmente a partir del mes de enero.
Actualmente, la fecha de recogida de aceitunas para producción de aceite se ha visto adelantada gracias a factores como la mecanización de la recolección, la plantación de olivares super intensivos y variedades de maduración temprana.
Para consumo personal o autoconsumo, el tiempo de cosecha se amplia, pudiendo recoger aceitunas en los meses de noviembre, diciembre y enero.
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