Insecticidas: dos recientes
estudios publicados en la revista Science señalan que el uso extendido de los
insecticidas neonicotinoides han afectado de forma negativa a las colonias de
abejas y abejorros. Estos pesticidas, introducidos a principios de los años
noventa del siglo pasado, se han generalizado para el control de plagas en los
cultivos de todo el mundo.
Productos químicos: diversos
estudios han demostrado que algunas sustancias pueden afectar al sentido de la
orientación, la memoria o el metabolismo de las abejas.