... ¿Lo recordáis?
Hace 3 meses enterramos varios residuos cotidianos en una de nuestras ramblas para observar como digiere la tierra nuestra basura.
Tras un paseo por una rambla limpia tras nuestras continuas visitas y tras merendar a nuestro paso con moras e higos, cual ganado hambriento, hemos llegado al lugar de nuestro experimento.
Hemos desenterrado plástico, vidrio, papel y madera intactos. El tiempo no había pasado por ellos. Sin embargo, la naranja había sido desenterrada y devorada por los conejos y los cacahuetes ya estaban en proceso de descomposición.
Hemos separado los residuos por el material de su composición y colocado cada uno en la caja correspondiente a la duración aproximada que tardan en degradarse en la naturaleza.
Para finalizar la jornada nos hemos introducido en lo más profundo de nuestro río chico con las exploradoras Tortuga, para observar a las ranas.
Una tarde provechosa y divertida en la que además han surgido nuevos proyectos.
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