¿Qué sabemos sobre esta plaga?
Desde hace un año aproximadamente los vecinos de la comarca del Almanzora estaba notando ya cómo las chumberas
empezaban a secarse plagadas de un insecto que tintaba de blanco la
planta y despedía un tinte rojo si se aplastaba. Era la cochinilla del
carmín, que hoy por hoy, ya ha arrasado todas las chumberas a su paso,
del Almanzora, del Levante y ya ha llegado a Carboneras y Níjar, al
Parque Natural de Cabo de Gata.
Es una plaga silenciosa pero muy peligrosa, que de hecho está amenazando ya a las chumberas de toda la provincia de Almería. La amenaza es tan real que el año pasado afectó hasta al 80% de las chumberas en las comarcas del Levante y el Almanzora,
según datos de la Delegación provincial de Agricultura, Pesca y Medio
Ambiente, que se ha ofrecido para asesorar y dar instrucciones para
combatirla a los propietarios y agricultores afectados, pero que apenas
ha puesto medios propios para combatirla, debido, según se justifica, a
que en su mayor parte afectan a terrenos privados.
Mientras la Administración sigue sin actuar, el avance de la plaga es continuo y sin pausa,
y está llegando a modificar el paisaje almeriense, que pasa del verdor
anterior de las chumberas a plantas blanquecinas y caídas en el suelo.
Es el efecto de la cochinilla del carmín, un insecto que fulmina las chumberas posándose sobre ellas y absorbiendo su sabia hasta secarlas.
¿De dónde procede semejante bicho?
¿De dónde procede semejante bicho?
La plaga fue detectada por primera vez en España durante el verano de 2007 en la comunidad de Murcia,
que sufrió un fuerte ataque en paleras de una cochinilla algodonosa,
llegada de América Central, de las que se extrae de forma industrial el ácido carmínico o colorante E120, usado en una gran variedad de
productos, pues este insecto es uno de los más poderosos colorantes
naturales que se han conocido a lo largo de la historia y es utilizado
para este fin desde tiempos inmemoriales. La cochinilla del carmín se
alimenta exclusivamente de cactus, principalmente paleras o chumberas.
La cochinilla del carmín se alimenta exclusivamente de cactus,
principalmente del género Opuntia (paleras o chumberas), siendo incapaz
de atacar a otras plantas. Las hembras no tienen alas y se refugian bajo
masas algodonosas donde permanecen quietas y pueden vivir casi 80 días.
¿Cómo se puede combatir?
Los consejos, para aquellas pequeñas extensiones de paletas en huertos o
jardines, son vigilar con frecuencia: en aquellos ejemplares que presentan masas algodonosas pequeñas
y dispersas, se deben retirar manualmente frotando con un cepillo de
ceras duras con agua jabonosa hasta eliminar por completo los algodones o con un producto (veneno) que hay que
echarlo a presión con la finalidad de romper el saco que recubre la
palma de la penca. La opción del veneno sólo paraliza la plaga, pero no la destruye.
Y si la infestación se encuentra extendida, se debe cortar toda la zona
afectada y enterrarla, puesto que según
nos han explicado los técnicos solo así se corta el ciclo. Es importante no tirarla al contenedor de basura
ya que las ninfas permanecen vivas mucho tiempo y podrían infestar
otras zonas durante el transporte.
La rápida propagación de esta especie pone en peligro una de las plantas más típicas de Almería.
Hay alguna cura eficaz para ello::.........¿??¿?
ResponderEliminarDe momento lo único efectivo que se conoce es la observación y la retirada a mano de la mancha de la plaga y el posterior lavado con agua jabonosa cuando la paleta comienza a verse afectada, es decir, cuando la plaga aún no se ha extendido mucho. Si ya está muy plagada, lo único que se puede hacer es enterrarla para evitar el contagio, con la esperanza de que broten. Hay venenos, pero no matan el bicho sólo lo retrasa. Tenemos entendido por lo que se nos ha informado que están trabajando en algo más efectivo, pero aún no se tiene nada. responde OV
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