miércoles, 21 de agosto de 2019

El esparto ya es Patrimonio Cultural Inmaterial

La declaración persigue proteger esta actividad ante el peligro de su desaparición.

La cultura del esparto es un elemento milenario esencial de la identidad cultural española, como en zonas de Andalucía, entre ellas Almería, que ha estado vinculado con los sistemas productivos y del trabajo, “pero que ha trascendido más allá, abarcando la esfera ideológica. De ahí que esta cultura se haya reflejado en la toponimia, en las jergas profesionales, en los refranes, proverbios, dichos y demás manifestaciones del patrimonio cultural español”.

Estos son algunos de los argumentos planteados por el Ministerio de Cultura y que han llevado a que el Consejo de Ministros haya declarado la ‘Cultura del Esparto’ Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. De esta forma se resuelve el expediente elaborado por el Ministerio y que justifica la medida “por la necesidad de protegerla la cultura del esparto ante el peligro inminente de su desaparición”.

A lo largo de la historia dedicarse al esparto fue sinónimo de pobreza. No obstante muchos de sus protagonistas quieren recordar “que el esparto ha quitado el hambre a mucha gente”.

Actualmente, los artesanos esparteros buscan dignificar sus ocupaciones reivindicando a las instituciones el reconocimiento público que merecen su labor y sus valiosas aportaciones en los ámbitos culturales, sociales, económicos y ambientales.

Precisamente, esta declaración pretende impulsar los valores cultural e identitario, económico, social y ambiental de esta actividad. Culturalmente va a significar un incremento indiscutible del grado de identificación colectiva que profesan los distintos sectores de las comunidades esparteras hacía el desarrollo de unas actividades que reclaman dignificar, resaltando sus valores culturales por medio de su reconocimiento público.


Socialmente será importante porque va a animar a sus miembros más dispersos a interrelacionarse, incidiendo de manera muy positiva en la cohesión del conjunto de sus comunidades. Además permitiría trabajar en zonas rurales castigadas por el paro, frenando la emigración y contribuyendo al desarrollo sostenible.

Desde el punto de vista ambiental, va a impedir la fosilización de sus paisajes ante el abandono de su usoy va a sensibilizar a la población en general sobre los valiosos servicios que los espartizales rinden a la sociedad, en especial contra los efectos de la desertización y el calentamiento global.

Por último, en cuanto al aspecto económico, va a representar un revulsivo capaz de estimular y regenerar las actividades artesanales y empresariales relacionadas con el aprovechamiento de esta fibra.

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