jueves, 2 de febrero de 2012

Consejos de poda

Una poda mal realizada puede llegar a causar la muerte de una planta.

La poda bien hecha favorece la adecuada distribución de las ramas, de modo de garantizar que la luz del sol llegue también al interior de la planta, crezca de manera armónica y florezca mejor.

Especialmente en los frutales, el crecimiento excesivo afecta la producción de flores y luego frutos: la planta concentra sus energías en crecer y no en dar frutos.

Las podas en primavera son un gran castigo para las plantas, porque es el momento en el que más necesitan las hojas. Podar en invierno preferentemente.

Jamás podar en invierno un arbusto o árbol que florezca en la primavera, ya que la producción de nuevos brotes y flores se vería seriamente dañada. Hay que podar después de su floración.
 
Una buena poda es vital para los rosales. Las rosas de pie bajo se podan en forma de copa abierta, despejando el interior para que entre la luz del sol: cortar todas las ramas que entorpezcan el eje central de la planta y dejar 3 a 4 varillas "de esqueleto" con no más de 4 yemas cada una; cuida que la última yema mire hacia fuera. Quitar las ramas que miran hacia el centro y dejar las que apuntan hacia afuera.

Los setos de Ciprés y de otras Coníferas no se deben rebajar en exceso ya que rebrotan muy poco de madera vieja y se quedará seco. Nunca has de llegar a la madera vieja con el cortasetos o la tijera. Un seto de Coníferas viejo generalmente es mejor arrancarlo y plantar uno nuevo, puesto que el rebrote de madera vieja es escaso y nunca cierra por completo.

En árboles ornamentales distinguimos 3 tipos de poda:

a) Poda de formación
b) Poda de mantenimiento
c) Podas excepcionales


a) Poda de formación

La Poda de Formación se hace durante los primeros años tras la plantación y sus objetivos son obtener una estructura de ramas principales fuertes y bien distribuidas y situar la copa a cierta altura del suelo. Si no se hiciera Poda de Formación y se dejara al árbol totalmente libre, seguramente tendría un aspecto poco ornamental o "salvaje" y eso, en la mayoría de los casos no conviene.

b) Poda de mantenimiento


Una vez que tenemos el árbol bien formado, es decir, con la copa a una cierta altura, con sus ramas principales y secundarias elegidas y bien dispuestas, habrá que practicar durante toda la vida del ejemplar una Poda de Mantenimiento.

La poda de mantenimiento consiste en eliminar elementos indeseables como ramas secas, tocones, chupones, ramas con riesgo de rotura, ramas que estorben el paso de personas o toquen cables o edificios, aclarar la copa de ramaje excesivo, etc.

En algunos árboles, se poda para evitar las flores o frutos. Por ejemplo, es muy corriente podar los Chopos, principalmente los pies femeninos, para evitar que se formen flores, las cuales producen alergias en primavera. En la Morera se hace para limitar la producción de frutos que ensucian el suelo, al mismo tiempo que se consiguen hojas más grandes, que proporcionan más sombra en verano.

En árboles ornamentales no es imprescindible cada año, sino cada 2 ó 3. En frutales sí se debe hacer anualmente.
 
c) Podas excepcionales

Este tercer tipo de poda está totalmente desaconsejada por los especialistas y sin embargo es bastante frecuente de ver tanto en arbolado urbano como en jardines privados. Terciado y desmochado: su finalidad es reducir de un plumazo el volumen de copa de los árboles a base de motosierra. Sólo en casos extremos se debería recurrir a ella.
Terciado

Desmochado
- El terciado: consiste en cortar todas las ramas del árbol dejando aproximadamente un tercio de su longitud.

- El desmochado: es más salvaje todavía puesto que se cortan las ramas a ras del tronco.

Hay especies que no soportan las podas fuertes: Fresno, Abedul, Castaño de Indias, Prunus spp. (por ejemplo, ciruelo, melocotonero), Melaleuca, etc. El Magnolio (Magnolia grandiflora) pierde mucha savia con los cortes y por tanto, las podas drásticas lo daña y tarda en recuperarse. Los Manzanos (Malus spp.) tampoco toleran las podas drásticas porque les suelen provocar infecciones por hongos.

El problema viene porque a los árboles, en lugar de hacerles una Poda de Mantenimiento regular cada poco tiempo (cada 2, 3 ó 4 años), que es lo deseable, se los abandona completamente y llega un momento en el que presentan un volumen muy grande y un ramaje denso. Entonces se recurre a terciar o desmochar las ramas. De un plumazo se reduce el volumen excesivo y se acaba con el enmarañamiento.

El terciado o el desmochado son un mal menor a los que sólo se debería recurrir en casos muy concretos, como ramas que están secas; ramas grandes que tienen un evidente riesgo de rotura; ramas muy atacadas por plagas o enfermedades; árboles decrépitos muy débiles y estropeados que, antes de talarlos, se puede intentar vigorizar con una poda fuerte.

Forma de hacer los cortes

Todo corte es una herida. Es preciso que los cortes sean limpios, sin desgarros, para que el labio cicatrizante se forme correctamente. Para conseguirlo, el primer paso es utilizar herramientas de corte bien afiladas y el segundo, darlo por el lugar correcto.

Los cortes hay que darlos en el sitio justo, ni muy pegados al tronco, ni muy alejados. Los muy alejados dejan un tocón difícil de cicatrizar y se pudren.

En ramas de un diámetro grande, para que no se produzca un desgarro de la corteza hay que cortarla en dos pasos. Se hace una muesca primero, se corta más arriba y por último, el tocón que queda se elimina sujetándolo.
 
Un corte que haya quedado con los bordes irregulares se debe recortar o perfilar para que salga mejor el labio cicatrizante. Si una tormenta, el viento, etc. tira una rama, lo conveniente es eliminar todo el material astillado y dejar una zona ''limpia" con cambium vivo para que cierre.

Los cortes grandes (más de 10 cm. de diámetro) hay que evitarlos siempre que se pueda, pero si hay que hacerlos, deben alisarse y retocarse hasta que queden perfectos. El riesgo de pudrición aumenta considerablemente cuando los cortes exceden los 5 cm de diámetro.

Podar siempre sobre un brote o rama que haga de 'tirasavias' para que cicatrice mejor y evitar así la formación de tocones secos. En los tocones suelen aparecer chupones mal anclados en la corteza.

La seguridad del podador es prioritaria y hay que usar según el caso, arneses, guantes, casco con careta, ropa adecuada (por ejemplo, hay unos pantalones rellenos de fibras que al contacto con la motosierra produce el bloqueo de ésta), sogas resistentes, escaleras, andamios, etc.

Se recomienda comprar siempre herramientas y materiales de calidad porque merece totalmente la pena.

3 comentarios:

  1. Interesante! en el caso de las rosas. ¿cuánto tiempo después del trasplante debe de realizarse la primera poda de formación?

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    1. Se puede podar antes del trasplante, para que cuando empiece a arraigar y brotar lo haga con más fuerza.

      Si ya has hecho el trasplante lo mejor sería que esperaras a la siguiente temporada de poda para asegurarte de que arraigua con garantía.

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  2. muy buenos consejos, gracias por la página, lo explica todo muy bien y hay un motón de cosas que no sabia.
    gracias y un saludo para el blog!

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