“La bolsa de plástico está considerada como el símbolo emblemático de la cultura de un solo uso, del derroche y la demostración de un consumo abusivo e innecesario".
Los datos disponibles a día de hoy destacan el consumo exacerbado de bolsas plásticas de un solo uso, con una media de 238 unidades por persona al año, calculando que ni tan siquiera la mitad de ellas vuelven a ser reutilizadas, aunque sólo sea como bolsas de basura, y sólo el 10% acaban en el contenedor amarillo para ser recicladas. Cada bolsa llega a tardar siglos en desintegrarse, depositando en la tierra y en las aguas todos los elementos contaminantes que provienen del refinado del petróleo empleado en su fabricación, proceso en el que también se consumen grandes cantidades de energía, ya que por cada unidad se emiten alrededor de cuatro gramos de CO2 en su elaboración, contribuyendo al efecto invernadero y al cambio climático.
Además, el hecho de que en los últimos 20 años el peso de las bolsas se haya reducido hasta en un 75%, dificulta también su reutilización como bolsas de basura de uso doméstico, favoreciendo que viajen arrastradas por el viento a campos y bosques, donde pueden tardar varios siglos en desaparecer.
En Oria, aportando un grano de arena más en la lucha contra la contaminación de las bolsas de plástico, el comercio local carnicería "El Parrita" ha obsequiado durante los últimos dos meses a todos sus clientes con una bolsa reutilizable para promover la compra ecológica, cercana y de calidad. J. R. Sánchez, propietario del comercio, ha explicado que la finalidad es que, a través del uso de este tipo de bolsas se pueda incentivar una compra menos contaminante y más barata al poderlas utilizar reiteradamente.
Además, desde Oria Verde queremos destacar que a estas bolsas se les puede dar "infinidad de usos" y a diferencia de las de plástico que sólo se pueden utilizar "una o dos veces", la calidad de este material permite su uso múltiple y ecológico.
A fin de atajar este problema, algunos países europeos prohíben la entrega gratuita de bolsas en los establecimientos comerciales, optando por cobrarlas en función de su tamaño. Algo similar ocurre en nuestro país con determinadas cadenas de supermercado, que acuden a razones económicas para disuadir su utilización, intentando por esta vía despertar la conciencia ecológica de la población.
El 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas para concienciar sobre la necesidad de reducción de las bolsas de plástico de un solo uso y fomentar el consumo responsable.
Los motivos son de sobra conocidos. En pocas generaciones hemos pasado de que nuestras abuelas usasen una cesta de mimbre o un carrito durante años a consumir más de 200 bolsas de plástico al año por persona, lo que representa más de 500 billones de bolsas en el mundo.
Parte de la sociedad está entendiendo la necesidad de poner fin a la producción desmesurada de las bolsas de un solo uso, reduciendo su consumo.
Parte de la sociedad está entendiendo la necesidad de poner fin a la producción desmesurada de las bolsas de un solo uso, reduciendo su consumo.
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